Al mirarte
mi voz se aquieta,
un delicado incendio corre bajo mi piel,
no ven ya mis ojos
y zumban mis oídos ...
.
.
.
(Hay dias en que las palabras se niegan a ser dichas por mi)
El vertigo me recorre cuando te miro
y todo se incendia
hasta el fulgor mas puro
mi voz se aquieta,
un delicado incendio corre bajo mi piel,
no ven ya mis ojos
y zumban mis oídos ...
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(Hay dias en que las palabras se niegan a ser dichas por mi)
El vertigo me recorre cuando te miro
y todo se incendia
hasta el fulgor mas puro